El 8 de marzo, también conocido como el día de la mujer, es el día que representa el
feminismo en su máximo esplendor, en el que las mujeres de todo el mundo salimos a las
calles una vez más a luchar por lo que nunca tuvimos pero nos pertenece, salimos a
reivindicar nuestros derechos y libertades y nos manifestamos contra todas las injusticias
que se nos asocian por el simple hecho de ser mujeres.
El 8 es un día más para manifestarnos con el objetivo de conseguir la equidad para llegar a
esa igualdad de la que tanto se habla pero que nunca poseíamos, esa igualdad irreal,
inexistente, pero deseada.
No nos equivoquemos, este día es el recordatorio, es el día del calendario etiquetado para recordar a todas las mujeres, pero esta memoria es diaria, ¿Quién se puede olvidar de todos los maltratos hacia nosotras? ¿Quién se olvida de tantas violaciones, abusos
sexuales, acoso callejero, asesinatos por violencias machistas? Nuestra lucha es diaria,
nuestro sufrimiento e inexistencia de libertad y derechos, está presente en el día a día, las
mentes machistas siguen vigentes en el tiempo y ese dolor causado por situaciones
machistas que desgraciadamente toda mujer vive algún día de su vida sigue presente,
¿Cuándo le dará la ley la importancia que tiene? ¿Cuándo pasaremos a ser respetadas y no tratadas como objetos?¿Cuándo las personas avanzaremos para crear un mundo que sea de verdad libre, seguro y justo para todes? Nosotras no vivimos, sobrevivimos y nadie hace nada por cambiar eso.
El 8 de marzo y los demás 364 días del año somos la voz de las que ya no pueden gritar,
somos las que luchan por un presente en el que las mujeres tengamos valor como personas y somos las que buscan un futuro libre de machismo.
Recordamos a las que algún día su vida les fue arrebatada por el simple hecho de ser
mujer. Echamos el grito al cielo y el puño a lo alto para defendernos contra la sociedad
machista en la que vivimos, para mostrarle al mundo que sin nosotras no funciona.
Mujeres, creamos la vida, la descendencia, dimos lugar a la humanidad, sin nosotras el
mundo se pararía, frenaría, dejaría de seguir curso, pero, aún así, esta sociedad no ve lo
importantes que somos para el mundo, no ve que somos personas, no ve que nos tienen
que respetar, no ve que somos capaces de luchar, de trabajar, de hacer otras cosas que no
sean cocinar o atender a los hijos, el mundo no ve nuestro valor, fuerza, valentía, no ve que
somos las guerreras que estarán ahí persistiendo, luchando y sacando los dientes y garras para conseguir lo que nos pertenece, nuestra libertad y derechos, los que no nos son
reconocidos, los que no se respetan, los que se dejaron en la inexistencia, en ese vacío,
en ese lado olvidado, a ese lado, nos llevó la humanidad.
Por desgracia todos los días tenemos que enfrentarnos y demostrar nuestra valentía al
mundo y nuestro valor como personas, por desgracia tenemos que recordar que somos
personas, que somos fuertes, guerreras, que no nos pueden quitar esos derechos ni
libertades,que no nos pueden atar una cadena e impedirnos volar, no pueden cerrarnos las
puertas de la vida, de las universidades, de los deportes, de los trabajos… porque por
desgracia, tenemos que ser valientes en este mundo si queremos sobrevivir.
Yo no quiero tener que ser valiente, yo quiero poder ser libre.
Nadie puede impedirnos vivir por el simple hecho de ser diferentes. Estoy harta de a mis 16 años haber sufrido situaciones machistas, estoy harta de ver a mujeres bajar la cabeza ante hombre, harta de tener que vernos sufrir, harta de ver a personas machistas que arrebatan la vida de mujeres, las cuáles fueron sus creadoras, porque,¿Te recuerdo algo?Tú, no estarías vivo si no fuese por una mujer. Recapacita, empatiza, interioriza, toma conciencia y recuerda,recuerda estas palabras porque tú, mente machista, no eres nada sin mujeres.
Texto: Iria Picos Souto